Qué ver en la Latina de Madrid
El barrio de la Latina es uno de los más antiguos y concurridos de Madrid. Su trazado medieval mantiene sus callejuelas irregulares y estrechas que están llenas de movimiento. Y es que la Latina es el barrio castizo por excelencia de la capital, donde abundan las tabernas tradicionales y donde se reúnen madrileños y turistas para tapear al solecito rodeados de patrimonio y buen ambiente.
Durante las fiestas regionales, la Latina se ve invadida por los chulapos y chulapas, pero también de todo el que quiere disfrutar. Porque eso es lo que abunda en este barrio: ocio mezclado con tradición. De hecho, pasar unas horas por aquí tomando unas cañas y unas tapas ya tiene su propio término ‘latinear’. Así que si quieres saber todo lo que se puede hacer y lo que hay que ver en la Latina de Madrid… ¡Sigue leyendo!
Qué ver en La Latina de Madrid
Plaza de la Paja
El punto de partida de todo paseo por la Latina debería ser la plaza de la Paja. Esta es una de las plazas de la latina más animadas y con más encanto de Madrid, además de tener una belleza muy peculiar gracias a su inclinación. Esta llena de bares con terrazas muy tranquilas por las mañanas entre semana, pero durante los fines de semana es difícil encontrar una mesa libre.
Le debe su nombre al mercado de la paja que se celebraba en este lugar porque todo el vecindario tenía que entregar su paja como diezmo al cabildo de la capilla del obispo.
La Cava Baja y Cava Alta
La Cava Baja y la Cava Alta son las dos calles más famosas que ver en la Latina de Madrid. Antiguamente eran frecuentadas por los visitantes de la villa que se alojaban en las posadas. Hoy en día son los lugares perfectos para tomar algo en sus castizos mesones. Su nombre y la forma curva de la Cava Baja se debe al trazado de la segunda muralla y sus fosos (cavas) que la rodeaban.
El Rastro
Uno de los planes más típicos que hacer en Madrid un domingo por la mañana es recorrer el Rastro. Este mercado callejero es mundialmente conocido por su extensión y por el encanto que le dan las numerosas tiendas de antigüedades que sacan sus productos a las calles de la Latina. La plaza de Cascorro y Curtidores son solo dos de las zonas que ocupa y aquí se puede encontrar de todo, desde ropa hasta revistas o discos de segunda mano.
Mercado de la Cebada
El mercado de la Cebada de Madrid es uno de los puntos de encuentro más concurridos de la Latina. Ubicado en la plaza que le da nombre, es uno de los mercados de abastos más grandes de la capital. Nació a partir de unos pocos puestos al aire libre que vendía productos que entraban a Madrid por la cercana puerta de Toledo y creció por el aumento de habitantes. Actualmente mantiene su función de mercado con un toque más moderno.
El jardín del Príncipe de Anglona
Este pequeño parque es el oasis de tranquilidad de la Latina. Su peculiaridad es que es una especie de jardín colgante porque se diseñó sobre un terraplén artificial que salva el gran desnivel que hay entre las calles Príncipe y Segovia. El jardín del Príncipe de Anglona es uno de los jardines más bonitos de Madrid y, por suerte, no es uno de los espacios verdes más conocidos de la capital.
Este jardín con fuente, pérgolas y cenador de estilo neoclásico era el jardín del palacio del Príncipe de Anglona y es de lo poco que queda de las casas de los nobles de la Corte de Madrid de finales del siglo XVIII.
Visitar los templos religiosos
Muchos son los edificios religiosos que se pueden visitar en la Latina. Uno de ellos es la capilla del Obispo, una joya gótica de Madrid que se encuentra a un lado de la plaza de la Paja y que data del siglo XVI. Destaca su retablo plateresco de mármol bastante desconocido, ya que hay muy pocas visitas guiadas.
La colegiata de San Isidro dedicada al patrón de la ciudad es otro de los templos que no hay que perderse. En su interior se conservan el cuerpo y las reliquias de la mujer del santo, Santa María de la Cabeza, pero también dos famosos pasos de la Semana Santa de Madrid: el de María Santísima de la Esperanza Macarena y el del Jesús del Gran Poder. Como curiosidad, este edificio fue la primera catedral de Madrid desde 1885 hasta que se consagró la catedral de la Almudena en 1993.
Se dice que San Isidro y su mujer fueron feligreses de la iglesia de San Andrés y fue en su cementerio donde se enterró inicialmente al santo (actualmente descansa en la colegiata). La capilla de San Isidro está sobre el solar en el que estuvo su casa.
Por último, la iglesia de San Francisco el Grande data del siglo XVIII, pero ha sido sometida a una gran rehabilitación. Llama la atención su cúpula de 58 metros de altura y con un diámetro de 33 metros, la tercera más grande de la cristiandad tras la del panteón de Agripa y la de la basílica de San Pedro, ambas en Italia. En su interior alberga una obra de Goya.
Museo de San Isidro
El Museo de San Isidro recoge en sus salas los más de 500 mil años de historia de Madrid. Se ha reformado recientemente para añadir más salas y mantiene todo el encanto del edificio con patio renacentista que lo acoge.
El recorrido por el museo muestra los orígenes de Madrid en tres partes. La primera, ‘Antes de Madrid’, muestra huesos de mamuts, un mosaico de origen romano y utensilios de los primeros habitantes que poblaron esta zona. La segunda, ‘Mayrit-Madrid’, reproduce un vídeo con las murallas que cercaron la ciudad y cuenta con la reproducción de un arco del claustro primitivo del monasterio de los Jerónimos, entre otras interesantes piezas. La última parte, ‘San Isidro’, está dedicada a este santo.
Restos de la antigua muralla
En las inmediaciones de la plaza de la Paja y de las cavas (Cava Baja y Alta), se encuentran los restos de la segunda muralla de Madrid totalmente visibles. Esta primera muralla cristiana data del siglo XII y las partes que se puede apreciar se encuentran fácilmente en la calle de los Mancebos y en la calle del Almendro.
Las Vistillas
Otro de los jardines más bonitos de Madrid es el de las Vistillas. Su nombre se debe a las espectaculares vistas que se tienen de la catedral de la Almudena y de la Casa de Campo de Madrid gracias a su ubicación elevada. Sin embargo, si por algo es conocido las Vistillas es por ser lugar de celebración de las fiestas de la Paloma, de San Lorenzo y de San Cayetano.
Pocos lugares más castizos hay que Madrid que este bonito jardín que se llena de gente en verano, especialmente de chulapos y de chulapas con sus mantones de manila y sus claveles bailando chotis.
Viaducto de Segovia
Desde las Vistillas hacia el palacio Real se atraviesa la calle Bailén por el viaducto de Segovia, la gran obra civil que ver en la Latina de Madrid. Esta construcción de 23 metros de altura no sorprende por su belleza, pero sí por su magnitud en pleno barrio castizo. Es el lugar perfecto para terminar el paseo por la Latina, especialmente para amantes del cine ya que ha aparecido en diferentes películas de Pedro Almodóvar.
¿Cómo llegar a la Latina?
La ubicación del barrio de la Latina es en el centro de Madrid, por tanto, está muy bien comunicado. Se puede llegar de dos maneras:
- En coche:
Llegar a la Latina en vehículo privado es sencillo pero incómodo por el aparcamiento. La mejor opción es seguir las indicaciones hacia el centro de la ciudad y aparcar en la zona de la puerta de Toledo para hacer el recorrido caminando.
- En transporte público:
Dependiendo de la zona a la que se quiera ir y de donde se proceda, el Metro de Madrid es el medio de transporte más cómodo. Las paradas de La Latina y de Puerta de Toledo, ambas en la línea 5, son las más cercanas.
También se puede recurrir a alguna de las líneas de autobús urbano que pasan por el barrio de la Latina según el punto de origen: 23, 35, 65 o M1.
La estación de Cercanías Renfe más cercana es la de Embajadores.
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